En muchas ocasiones todas las personas experimentamos nuevas sensaciones, de amor, de odio, de miedo… Día a día vamos conociendo esas sensaciones y haciendo frente a otras nuevas que van apareciendo.
Yo hoy he experimentado una nueva sensación, algo que no había vivido antes, una sensación de la que me habían hablado, pero de la que no me imaginaba que fuera tan fuerte. Hoy, día 12 de febrero de 2011, he sido tita por primera vez. Mucha gente pensará como yo pensaba antes, “no debe ser para tanto”, pero seguro que quien lo piense es porque no ha experimentado esa sensación. Una sensación increíble e imposible de describir, aún tengo el corazón acelerado, aún me tiemblan las piernas cada vez que recuerdo a mi sobrina saliendo del quirófano en brazos de mi cuñada, con algunas manchitas de sangre en esa pequeña carita. Es en ese momento cuando tu vida da un pequeño giro, todos tus problemas desaparecen, te aíslas del mundo, sólo esa pequeña persona y tú existís durante unas milésimas de segundo, te das cuenta de lo increíble que puede llegar a ser la vida.
Aún recuerdo la primera vez que la cogí en brazos. Me temblaba el pulso, tenía miedo de hacerle daño por lo frágil y débil que es. Una vez que la acomode entre mis brazos no pude evitar que se me saltaran las lágrimas, tenía entre mis brazos algo especial, una nueva vida, alguien que de una forma u otra iba a cambiar mi vida, alguien que en segundos de vida ya había conseguido que la amase, ya se había convertido en lo más importante, en una prioridad. Su nombre es África y para mí es la más bonita.Me hace flotar en una nube y le da ilusión a mi vida.
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